Muchas veces hemos estado en la terrible situación de sentir envidia. Digo terrible porque es un verdadero problema emocional el que causa tal sentimiento que muchas veces está dirigido a personas que apreciamos, y es ahí cuando se transforma en algo más doloroso aún.
La envidia se define como la tristeza por el bien ajeno, se da cuando se ve que otro tiene lo que nosotros deseamos.
Hace más difícil el desarrollo personal, pero también dificulta las relaciones con los otros. Es el resultado de la tendencia a desear lo que no se tiene y a compararnos con los demás.
A quien la sufre le origina reacciones negativas que pueden hacer que el envidioso se aísle.
Es por eso que es importante evitarla, y aquí te damos algunos tips que podrás seguir fácilmente:
*Carbón natural: diariamente se colocan tres trozos de carbón en un recipiente, y se tiran los trozos a la mañana siguiente en el agua. Esto debe hacerse durante una semana.
*Vaso con agua: se puede poner en el escritorio un vaso de cristal con agua, en éste se formarán burbujas que son las energías negativas. El agua debe cambiarse todos los días.
*Incienso: encender uno y pasarlo por los lugares donde está la persona envidiada, todos los días.
*Gotas herbales: de ser posible, hay que encender un hornito con gotas de lavanda, ruda o romero.
*Baño limpiador: llenar la bañera con agua tibia y agregar dos vasos de sal gruesa, y hojas de romero. Meterse en la bañera por 20 minutos. Este baño se puede repetir una vez por semana.
No sé si existe la “envidia sana”, pero lo mejor que podemos hacer con este sentimiento es transformarlo en energía. No quedarnos en lo que no tenemos nosotros y sí tiene otra persona, sea un objeto, un sentimiento, o una determinada situación. Debemos tomar a la persona envidiada como ejemplo y motivación para alcanzar lo que no tenemos, y pasar así de envidiosos a envidiados.